16 de marzo de 2016

Ice cross

Hola a tod@s:

Parecía que éste año se nos pasaría el invierno sin una sola nevada que al menos tiñera de blanco nuestros paisajes pero estas últimas semanas la cosa ha cambiado y hemos tenido varias borrascas con frío en altura que ha hecho que la cota de nieve descienda significativamente y que el manto blanco haga acto de presencia en muchas zonas de nuestra geografía. 

Han sido semanas complicadas para salir a fotografiar porque los vientos eran muy fuertes y las precipitaciones en forma de agua o nieve no cesaban. Pero el pasado fin de semana y ayer se abrieron amplios claros y las precipitaciones cesaron dejando una buena ventana de tiempo para poder fotografiar los paisajes nevados. El fin de semana no pude salir a fotografiar pero ayer según salí de clase prepare la mochila, me puse las botas y me fui hacia el Gorbea con intenciones de fotografiar la famosa cruz repleta de hielo y bañada por las últimas luces del atardecer. Era todo un reto conseguirlo porque disponía de poco tiempo para llegar hasta la cima y no sabía si el estado de la nieve me iba a permitir caminar fluidamente. Pero ni corto ni perezoso me puse a subir como un auténtico jabalí para llegar a tiempo y disfrutar del espectáculo. Fue una subida muy dura pero cuando al fin pude contemplar la cruz repleta de hielo y que el tiempo era realmente bueno para poder estar haciendo fotos sin quedarme helado, sentí un subidón de adrenalina que por poco se me saltan las lágrimas de la alegría. 

Según llegué a la cruz saque el trípode y comencé a realizar las primeras fotos para medir la luz y observar los mejores encuadres. A medida que la tarde avanzaba, la nieve se iba tiñendo de amarillo y más adelante de rojo, dándole una belleza sin igual a la grandiosa cruz. Pero como todo no podía ser perfecto, cuando los últimos rayos de luz incidieron en el hielo de la cruz, un enorme trozo se desprendió de la misma restándole  mucha belleza.  Pese a este último detalle, creo que las fotos muestran la singular hermosura que adquiere el lugar después de una gran nevada como la que hemos tenido. 

Una vez se escondió el sol, tocó recoger los bártulos, ponerse el frontal y bajar con sumo cuidado en la soledad de la noche.

Nikon D800 + Nikon 16-35, f/4. 32mm 1/20s f/13 ISO 100 +0,3ev.  Trípode

Nikon D800 + Nikon 16-35, f/4. 26mm 1/100s f/11 ISO 100 +0,3ev.  Trípode

Nikon D800 + Nikon 16-35, f/4. 16mm 1/80s f/13 ISO 100 +0,3ev.  Trípode

Nikon D800 + Nikon 16-35, f/4. 20mm 1/4s f/13 ISO 100 +0,3ev.  Trípode

Nikon D800 + Nikon 16-35, f/4. 21mm 1/10s f/8 ISO 500 +0,3ev.  A pulso

5 de marzo de 2016

Amanece sobre Aramaio

Hola a tod@s:

Hace unas semanas decidí renovar mi equipo y dar el salto al mundo del full-frame con la adquisición de una Nikon D800 de segunda mano (mi economía no da para mucho más jejeje). Y aunque la mayoría de objetivos que tengo no me valen para esta nueva cámara porque son para formato DX, mi querido Tokina 12-24mm f4 de 18mm en adelante no me viñetea y, por lo tanto, decidí salir a probar mi nuevo juguete aún con las limitaciones del objetivo. Para ello, miré la previsión del tiempo y a continuación con la ayuda del TPE (The Photographer´s Ephemeris) busqué una buena localización para ver el amanecer sobre el valle de Aramaio. Todo apuntaba que si me acercaba a las inmediaciones de la cima del monte Orixol podía ver salir el sol detrás del Aizkorri, por lo que puse el despertador a las 6 de la mañana y como un campeón me acerque hasta el puerto de Krutzeta para después ascender a pie hasta la localización.

El valle de Aramaio se trata de un municipio muy conocido entre los fotógrafos de paisaje por estar rodeado de bellas montañas y por la cantidad de barrios que posee que dan mucho juego a la hora de fotografiarlos entre la niebla. Muchos clasifican este valle como la "Suiza Alavesa" y no es para menos, sus dominios los delimitan montes como el Amboto, el Udalaitz o el Besaide. Además, se trata del único enclave de la geografía Alavesa donde jamás se dejó de hablar el Euskera.

Son las siete menos cuarto de la mañana y comienzo a ascender por la pista que sube a la cruz de Arangio, para después abandonar la pista y tornar a la derecha. Al poco de dejar la pista comienzan a coger color las nubes y me empiezo a poner nervioso (como de costumbre), acelero el paso y llego a un pequeño roquedo a modo de repisa que puede ser atractivo para añadirlo como primer plano. Me quito la mochila, saco el cortavientos, preparo el equipo y comienzo a hacer las primeras fotos; las nubes van cogiendo un color rojo casi surrealista y no paro de tirar fotos. Debido al gran contraste del fuerte contraluz, tengo que hacer varias fotos (bracketing) para conseguir unas luces bien compensadas, más trabajo para casa...


  Nikon D800 + Tokina 12-24mm, f/4. 19mm 3s f/10 ISO 100 +1 ev.  Trípode, polarizador. 
Fusión manual de la luminancia de tres imágenes.

La explosión de color empieza a disminuir y aprovecho para sacar alguna foto en el sentido opuesto hacia la zona de Gorbea, pero no me convence demasiado y vuelvo la vista de nuevo para pillar la salida del sol.

  Nikon D800 + Tokina 12-24mm, f/4. 19mm 0.8s f/10 ISO 100 -1 ev.  Trípode, polarizador. 
Fusión manual de la luminancia de dos imágenes.



  Nikon D800 + Sigma 70-300mm, f/4-5,6. 70mm 1/5s f/11 ISO 100 -1 ev.  Trípode. 
Fusión manual de la luminancia de dos imágenes.


  Nikon D800 + Tokina 12-24mm, f/4. 24mm 0.6s f/16 ISO 100 0 ev.  Trípode, polarizador. 
Fusión manual de la luminancia de dos imágenes (una tapando el sol con el dedo para evitar flares).

Ya de vuelta al coche paso por al lado de una bonita borda y saco de nuevo la cámara para intentar pillar el movimiento de las nubes aprovechando el fuerte viento reinante. Hago un par de pruebas y consigo un resultado como el que tenía en mente, con las nubes creando unas lineas de fuga interesantes.

Nikon D800 + Tokina 12-24mm, f/4. 24mm 20s f/18 ISO 50 +0,7 ev.  Trípode, polarizador, NDx4. 
10 exposiciones de 2 segundos en cámara.

Espero que os hayan gustado. Un saludo!